Todas y todos estamos hartas de decir que «la Navidad se ha vuelto muy materialista«. No obstante, seguimos el juego a los comercios y marcas que quieren que gastemos más y más y más. Es verdad que estrenar un vestido o un reloj puede hacernos sentir muy bien a corto plazo. Pero, si nos paramos a pensarlo, ¿no debe haber una alternativa mejor? Hemos pensado algunas estrategias e ideas para regalar que son originales y -sobre todo- están llenas del verdadero espíritu solidario de las fiestas.
- Compra en un mercadillo solidario. Seguro que cerca de tu casa se va a organizar algún mercadillo de regalos artesanos cuyos beneficios van destinados a una buena causa. A tu tía le va a encantar ese detalle decorativo que, además, viene con el valor añadido de ser un producto solidario. Para conocer los mercadillos organizados por las distintas asociaciones que forman parte de Proinfancia Chernobyl, síguenos en Facebook.
- Carta a los Reyes para mí y para los demás. Cuando nuestros hijos escriban la carta a los Reyes, podemos limitar el número de juguetes o artículos que pueden pedir para sí mismos. Además, sería bueno invitarles a incluir en su carta a otros niños. Esos que no tienen la oportunidad- por el motivo que sea- a escribir la carta a los Reyes Magos y necesitan que otro niño la escriba por ellos. El resultado es la educación en un consumo responsable, una mejor gestión de los impulsos y deseos materiales del niño y la consciencia de que cuando pensemos en nuestras necesidades también tienen cabida las de los demás.
- Alimentos de comercio justo. El vino, el café o el turrón locales son excelentes, y consumir productos de temporada y cercanos es uno de los mejores gestos que podemos hacer frente al cambio climático. Pero también podemos ampliar la mirada a nuevos sabores venidos de fuera que pueden excitar nuestro paladar en las fiestas. Si tienes cerca una tienda que venda productos de comercio justo, elige esta opción. En el comercio justo, los agricultores han recibido un pago adecuado a su esfuerzo por el producto que tienes en las manos. No hay mejor sabor de boca que la certeza de estar haciendo las cosas bien.
- Carnet solidario. ¿Sabes, esa persona a la que es imposible regalar nada porque ya tiene de todo? Pues, tú lo has dicho, como ya tiene de todo es hora de dar un poco a los demás. Haz un donativo puntual o periódico a la ONG o asociación de tu elección en nombre de esa persona. Puede que la primera vez te mire un poco raro, pero te aseguramos que, con el tiempo, se va a sentir tan orgullosa de su regalo solidario como tú de tener unos amigos con tan buena disposición para las buenas acciones como tú mismo.
- Acogida temporal. No podemos dejar de lado el contarte lo que aquí más nos interesa: encontrar familias solidarias que quieran acoger temporalmente a niños afectados por la radiación de Chernóbil. En tan solo un mes contigo durante las vacaciones de verano, recuperan suficiente salud y ánimo como para alargar un año entero su esperanza de vida. La atención médica, la alimentación libre de contaminación y la seguridad de una familia que vive por su sonrisa son muy beneficiosos para su organismo. La vida es el mejor regalo que puede recibir un niño. ¿No sería maravilloso? Escribe hoy a Papá Noel y dile que, de regalo, quieres acoger el próximo verano.